martes, 9 de abril de 2013

Si significa mucho para ti

Esta va por todas las personas que hemos tenido que dejar atrás a lo largo de nuestra vida para llegar a donde nos encontramos ahora mismo. Pérdidas que en su mayoría lamentamos, que desearíamos que nunca hubiesen ocurrido para que ese ser querido, familia o amigo siguiese a nuestro lado.

Y es que hay distintas formas de perder a alguien, todas ellas dolorosas. La más típica posiblemente es la de perder el contacto por el simple hecho de dejar de hablar. Esa persona ha cambiado, o tal vez has cambiado tú, y la relación ya no es la misma. A veces cuesta acostumbrarse a ese hecho, pero siempre hay formas peores.

Siempre está el separarse a la fuerza, amigos, amigas, hermanos, hermanas, novios, novias que por motivos complicados de la vida deben continuarla en otro lugar y son arrancados de tu entorno,  separados de tu lado para ser unidos a otro lugar, a otra historia distinta de la tuya. A todos nos gusta creer que podemos con la distancia, pero todos hemos sido vencidos por ella alguna vez, si no solo hay que fijarse en el 99'9 % de las relaciones de pareja a distancia. La distancia es insufrible, el peor enemigo al que puedas plantarle cara. Llena tu corazón de vacío hasta que solo te queda una cosa en él, el olvido. La distancia siempre causa dolor y sufrimiento, acaba con una de las cosas más bellas que existen, el amor. El amor siempre suele ser el primer perdedor en la batalla.

Y la última y más terrible forma posible ya todos la conocemos. La temo tanto que ni me atrevo a pronunciarla. Tal vez sea porque la he sufrido y tengo miedo de que al nombrarla se lleve a alguien más. Es la forma magnificada de la distancia y la soledad, la distancia infinita, la distancia eterna. Siempre está acechando en la sombra, en la noche. Ataca cuando menos te lo esperas, secuestrando el alma de las personas y borrando su existencia de la faz de la tierra, sin importarle las consecuencias que conllevan. Consecuencias que sufres tú cuando el peso de la noticia recae sobre tus hombros, oprimiéndote tanto el pecho que te impide respirar. En un segundo tu vida se desmorona. Ya no volverás a ver a esa persona, nunca. Eso si es arrancar a la fuerza y sin motivo, es el castigo más cruel que existe en el mundo. Tal vez por ello en ese momento empieces a creer que está contra ti y que te ha obligado a estar solo. Y tras largo tiempo tendido en silencio sobre la capa más profunda de tu ser empiezas a creer que al desaparecer esa persona, también lo hicieron los recuerdos que compartías con ella, lo único que probaba que su recorrido por este largo camino había valido la pena, invadiéndote entonces el peor sentimiento que un ser humano es capaz de soportar entre sus entrañas, la verdadera pérdida.

Cuesta hacerse a la idea de cualquier pérdida, da igual su grado de gravedad. En todas se sufre. Por eso desearía que no tomáramos decisiones erróneas en la vida que puedan obligarnos a romper un vínculo con alguien que de ninguna otra forma se hubiera roto. Hay que ser fuerte y enfrentarse a todo, si no nunca seremos felices.

En la vida vamos a sufrir mucho como para encima sufrir por gusto.

PD: Te echo de menos.

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