miércoles, 11 de septiembre de 2013

Rayden es la razón hecha música...

Grandes Amigos

Porque cuando me siento están ellos para recordarme que la vida es más divertida compartida, estén a dos casas de distancia o aunque nos separe un mar por medio, están ahí. Cuando crees que estás olvidado te recuerdan el valor que tienes, aunque tú no sepas verlo. Porque cuando tienes a personas así a tu lado el mundo parece un lugar mejor.

Porque creía que estaba solo y sin embargo tengo la tropa más variada, extraña y singular de amigos que podía haber deseado, gracias.

Enlace permanente de imagen incrustada   La dedicatoria me la guardo para mí.

martes, 10 de septiembre de 2013

Años de historia llenos de historias

Estos son sólo algunos de los recuerdos que conservo de 13 largos años que voy a cumplir dentro de poco en el escultismo, los que he podido reunir rápidamente. Pero da igual, porque los recuerdos que conservo de verdad son los que tengo en mi memoria y los más valiosos, los que guardo en el corazón. Con ellos podría llenar varias camas. ¿Qué digo camas? Abre un local entero que yo te lo lleno, tengo mucho que ofrecer. Los mismos valores, sentimientos, emociones y momentos que me ofrecieron a mí las personas con las que un buen día los compartí. Aquellos que me enseñaron cuando aún no me habían salido las paletas que de nada servía vivir la fantasía si no la COMPARTÍAS con los demás. Los que más tarde me enseñaron que en una manada se ayudan los unos a los otros y que debes esforzarte siempre en hacer LO MEJOR para poder tener buena caza. Personas que me enseñaron a trabajar con tu patrulla pues no sólo el guía es quien la mueve, me enseñaron a estar siempre LISTO para lo que viene. Con el tiempo los rostros fueron cambiando, pero no por ellos fueron olvidados. Llegaron más personas que me enseñaron el significado de la palabra UNIDAD. Es curioso, es una sola palabra y expresa taaaaaaantoooooo.

Nunca fui el más trabajador o el más obediente. Tuve mis momentos duros y hubo que hacerles frente. A base de continuar por el camino progresé como persona y fui haciendo nuevos amigos. Cada etapa a la que llegaba, algo nuevo que aprender. Y sin darme cuenta con los pasos de los años mejoré. Mejoré no solo como scout, aprendí a plasmar su filosofía de vida en cualquier situación y entonces un mundo hasta entonces gris para mí, empezó a adoptar infinidad de colores ante mis ojos. El sol que antes solo me hacía daño a la cara, empezaba a alumbrarme y llenarme de calor por las mañanas. La luna hasta entonces oscura se iluminó por completo aconsejándome en cada momento, curioso que años después nos convirtiéramos en su consejero.

Ahora que me toca remar mi propia canoa vuelvo la vista atrás y sonrío. Momentos que me parecieron duros solo son llantos de críos. Sonrío porque esas lágrimas que derramaba de pequeño eran por tristeza y soledad y ahora las derramo por marcharme de mi unidad. Derramo una gota por cada momento especial que viví dentro del movimiento con un fular en el cuello ( a veces bien hecho, y otras... no tanto). Por cada scout mayor que yo que puso su experiencia y sus ilusiones en mí, porque vio en mi interior algo que yo aún no sabía ver, el escultismo bajo mi piel. Por cada scout que tiene mi edad, porque gracias a ellos un campo vacío se convirtió en una casa llena de amigos. Por cada scout menor que yo, porque me enseñan el valor de lo que representan los dos dedos unidos del saludo: "el grande protege al pequeño". Porque me recuerdan a mí cuando tenía su edad y entiendo el por qué mis mentores decidieron depositar su confianza en mí y empiezo a comprender que en pocos años esa será mi labor, y la asumiré con sumo gusto. De momento me toca SERVIR.

Los scouts me han enseñado a ser un ejemplo para los demás, o al menos a querer aspirar a serlo para que en el futuro haya personas que lo puedan ser por ti. Me da mucha pena pensar que en este momento haya personas que no lo vean así. Que los que deberían ser aún mi ejemplo deban tomar un par de lecciones como las que yo aprendí en su momento. Me duele pensar que el escultismo, que nos enseña valores como la LEALTAD, ABNEGACIÓN y PUREZA, se vea manchado por personas que interpretan de forma distinta y sutilmente favoritista su significado. Que si, que una cosa es la subjetividad y verlo desde tu prisma, pero otra coger el prisma y girarlo para que apunte a tus propios intereses.

Seamos sinceros, en cada etapa ha habido un momento duro y el de ésta está ocurriendo en este preciso momento. Hay que luchar por lo que aprecias, con paletas, garras, bordones o con lo que sea, mientras no sea con palos, piedras, piñas, pinocha... va bien. Que resignarse ante un problema no es actitud scout y largarse para evitarlo tampoco lo es. Hay que reír y cantar, y, hablando claro, mandar a tomar por culo a aquellos que no te dejen disfrutar. Disfrutar de lo que una simple flor representa, disfrutar de llevar un trozo de tela de colores y gritar orgulloso que no hay nada a lo que temas. Disfrutar con los demás, para eso están los grupos y eso es algo que hay que preservar. Que yo no defiendo un nombre ni un color, pero mi cubil es cubil y no hay nadie que me saque de él sin antes hacerme derramar sudor. Que entre esas cuatro paredes crecí y aunque ahora estén pintadas distintas siguen estando los recuerdos que viví. Y los que estoy viviendo, aquellos por los que luchamos en este momento. No, no dejaré que se olviden. Porque tenemos tanto que ofrecer que podemos llenar un local, pero, llenar otro ¿Qué gracia tiene? Los demás están ya llenos de recuerdos ajenos también muy buenos. No, este lugar es nuestro, nos pide que lo abramos cada sábado, llora cuando nos vamos y se alegra cuando volvemos. ESO, es un sentimiento, y no voy a dejar que lo pisoteen los cuatro jeques de turno que gobiernan su propio reino, aquellos que ser digno de confianza es solo un proverbio.

Porque no sé si soy scout por ser así, o soy así por ser scout. Lo importante es que soy scout, y cualquier dificultad la venceré unido a los demás, no cabe duda y de eso estoy seguro. Pronto la flor roja nos alumbrará.

Scout una vez, scout siempre.



                                                                                                               

                                                                                                                          Azenzar









lunes, 9 de septiembre de 2013

Poema sin arte, sin lírica y sin razón.

Pliegues en mi mente me inundan la cabeza. Alcé muros de hormigón con el alcohol como herramienta.
No fui un tío feliz, lloraba por dentro. Aunque no se dieran cuenta me sentía muy lejos del centro.
Llevo tiempo negándome mis desperfectos y de todo mi mal siempre culpaba a mis defectos.
Tanto negué que dejé de escuchar al corazón y muy pronto perdí hasta el consuelo de la razón.
Es duro sentirse vacío y triste, y más cuando se debe a todo lo que hiciste.
Llorar en mitad de la noche a oscuras se convirtió en costumbre. Ya nadie venía a calentar mi lumbre.
Me quemaba a mí mismo por dentro, manteniéndolo bajo el secreto guardado por mi silencio.
Me construí mi fortaleza protegiéndome del resto y luego me encerré convirtiéndome en su preso.
Fui un cobarde despreciado por las masas, intentando buscar el modo de pasar las páginas.
Me hundí en un barco que nunca zarpó. Me arrastré por las olas lejos del mundo que me hartó.
Me dejé llevar a la oscuridad en un largo viaje que duró más que una eternidad.
Alcancé el fondo del pozo con ritmo lento y cavé el más hondo foso para esconder mi lamento.
Enterré mis sentimientos, aquellos a los que renegué por causarme grandes sufrimientos.
Y en ese instante morí, y creí que a partir de entonces todo sería mucho más fácil para mí.
Me equivoqué, fui un estúpido creyente de no tener ninguna fe.
Me miré en el espejo y no reconocí a esa persona que me miraba desde tan lejos.
Un extraño, en eso me convertí. Y con el paso de los años lo empecé a asumir.


Un día dije cambio. Y todo empezó a resurgir.
Dejé de guardar silencio y me empecé a debatir.
No quería vivir más con miedo y comencé a vivir.
Pero todo lo bueno, poco dura. Y al cabo del tiempo me volví a hundir.
Me refugié en las letras y de ahí nunca más volví a salir.

Ahora las frases hiladas ya no calman ese veneno que se filtra por mi sangre sin ningún tipo de freno.
Puede ser que el poeta muerto que vivía en mi cuerpo tirara la pluma al aire y se dejara llevar por el viento.
Puede ser que nunca vivió, que creyó ser escuchado pero al tiempo solo se quedó.
Puede ser que escribir nunca fuera su pasión, y se dedicara a unir palabras sin ninguna composición.


Puede ser que sea él el que escriba esto y que, para cuando tú lo leas, ya esté muerto.
En ese caso se despide y deja al mundo los pocos frutos de su esfuerzo.
Cansado de vivir sin nadie que le pueda servir de refuerzo.
Dejo la palabra para navegar sin rumbo a otro puerto.
Y espero que se me recuerde como un luchador.
Aquél que sin más arma que un papel, salió en busca de su destino con el amor como motor.
 Y aunque ahora termine su viaje con las manos vacías, aprendió una gran lección:

Que la vida no se guía con la mente sino con el corazón.



                                                                                               
                                                                                                    Atte: Un alma rota.