martes, 5 de abril de 2011

Palabras, estrellas...

Hablo, ¿de qué sirve? las palabras se las lleva el viento, se convierten en los últimos suspiros de un alma en pena, que lo cree todo perdido, y tan rápido como aparecen se van, de forma fugaz. ¿Y quién las recordará cuando ya no estén? Son solo palabras.
Las palabras no son solo palabras, tu y yo somos palabras, palabras que como cualquier otra se las lleva el viento y desparecen de forma fugaz, porque eso es lo que somos, palabras.
Y una palabra puede no ser solo una palabra, puede ser un pensamiento, una persona, una vida, que tan rápido como se vino se fue.
Como un avión o una estrella fugaz, dejando una estela a su paso, para que sea contemplada por el mundo, pero que a los pocos segundos desaparece, y la prueba de que esa estrella existió se perdió en el olvido.
Eso pasará con nosotros, con todo el mundo, nos pasará, porque somos estrellas.

Somos estrellas. Eres una estrella porque eres la luz que ilumina mi camino cuando lo creo todo perdido. Eres lo que me da fuerza para seguir adelante en medio del mar de oscuridad.
Porque si no fuera por ti, me hubiera perdido hace mucho tiempo, se me hubieran echado encima las redes de la soledad y hubiera acabado sumido en el pozo de la desesperación.
Porque...porque en la noche, entre de miles de estrellas solo tengo ojos para una, y para verla no hace falta mirar al cielo.
Solo tengo que mirarte a ti.